Historia de las Castañas

Por los estudios realizados en distintos restos fósiles, la castaña es uno de los alimentos más antiguos de la Humanidad, acompañando al hombre desde épocas prehistóricas. Hay castañas en Asia, Europa, Norte de África y en toda America, inclusive en Argentina, ubicándose las mayores plantaciones, por toda la zona occidental de la zona cordillerana. Por los estudios realizados en distintos restos fósiles, la castaña es uno de los alimentos más antiguos de la Humanidad, acompañando al hombre desde épocas prehistóricas. Hay castañas en Asia, Europa, Norte de África y en toda America, inclusive en Argentina, ubicándose las mayores plantaciones, por toda la zona occidental de la zona cordillerana. Las Castañas pertenecen a la familia de las Fagáceas. Necesitan de un clima Templado, pero húmedo, para crecer y desarrollarse sin problemas.

Son menos calóricos que los frutos secos y con menos grasas. Tiene propiedades parecidas a los cereales a los cuales se asemejan mucho mas que a los frutos secos. Su árbol es el castaño.
Es originaria de Ponto Euxino (Antigua denominación griega en referencia al Mar Negro) en Asia Menor, mas precisamente hay quienes establecen su origen en Kastamonu, provincia de Turquía.

Aunque existen indicios de castaños originarios en Europa, relacionados a una especie que no es la que actualmente se cultiva, desde el siglo V se las comenzó a plantar en Grecia y con mayor intensidad a partir del siglo X comenzaron su aparición en Roma y posteriormente comienzan a llegar a España y Francia. Las propiedades nutricionales hicieron que sea constituyera en una base alimentaria de los ejércitos de entonces.
Desde tiempos inmemoriales el hombre aprovechó y se alimentó de castañas. El castaño fue denominado “arbus panis” (árbol del pan) de tribus prerromanas, que las comían asadas, o hacían harina de las castañas secas o «pilongas» (fruta deshidratada al sol), para alimentarse durante todo el año. El legionario romano subsistía de «bullote», que era la harina de castaña seca. En Asia, sobre todo en la región Noreste de China, fue utilizada como dieta más nutritiva que otros cereales y aun hoy es parte central de la dieta de la población. En América del Norte se utilizaron como alimento durante la conquista del Oeste. Hasta en la 2da. Guerra Mundial los “partigianos” italianos se alimentaban con harina de castañas en sus incursiones bélicas entre las montañas.

El castaño es un árbol noble y no sólo produce castañas. Tiene un gran porte y fortaleza, además de plantaciones propias de este árbol, también se lo utiliza por ejemplo para proteger finas cepas y otras plantaciones. El gran aporte de materia orgánica que recibe el suelo durante el otoño influye favorablemente en la aparición de hongos así como también otras plantas que se mantienen latentes bajo tierra como los bulbos, tubérculos, y otros. Tanto las castañas como los hongos sabemos que son utilizados por la gastronomía para engalanar diferentes platos. Embellece el paisaje, protege, mejora y enriquece extraordinariamente las condiciones del suelo en el que vive y por lo tanto el ecosistema humano, tan depredado por producciones rápidas de un hombre que cada vez tiene más apuro por llegar no sabemos donde. Las castañas se producen en otoño y en el momento exacto de probar el vino nuevo. Existen distintas especies de castañas de acuerdo con la región donde se encuentran y como se hayan adaptado al ecosistema en el cual se desarrollaron. Existen mas de 400 especies de castañas, aunque las mas conocidas sean las que detallamos a continuacion: Castanea alnifolia, crenata, dentata, henryi, mollissima, ozarkensis, pumila, sativa y seguinii.

Lo primero que debemos explicar es que para obtener una castaña debe esperarse a que el fruto del castaño madure. Este fruto es un erizo que al momento propicio se endurece y sus púas amenazan con destruir los dedos de cualquiera que quiera tomarlos, pero por dentro son suaves y aterciopelados para dar abrigo y guarecer el fruto que esperamos extraer: las castañas. De acuerdo con la especie, dentro del erizo podremos encontrar desde 1 a 7 castañas. El tamaño de estas, variara en consecuencia. Cuando el erizo cae, las castañas deben ser extraídas en tiempo y forma del respectivo erizo para que puedan tener una vida útil mas prolongada ya que de no cuidarse tempranamente se pudren muy fácilmente. La perdida de agua hace que pierdan peso y propiedades. Si no son cuidadas al momento de cosecharlas y no se almacenan de acuerdo a los procedimientos correctos producen una reacción que provoca el aumento de la temperatura interna y como consecuencia perderemos todos nuestros frutos cosechados.